Es un jugador poco conocido para los españoles, aunque hay muchas espectativas puestas en él. Es un caso parecido a Treccarichi, aunque este se fue al Leganés con tan solo 15 años. Se llama Emiliano Gabriel Vecchio. Tiene tan solo 18 años, Atlético y Real Madrid se fijaron en el para sus canteras, pero otro equipo madrileño, el Fuenlabrada, se ha hecho con los servicios de este joven argentino.-
Vecchio llega al Fuenlabrada con mucha ilusión, quiere triunfar en nuestro fútbol y lo demostrará en los campos de 2ª división "B".-
Juega de mediocentro ofensivo, aunque se puede adaptar a jugar en la banda. Es un jugador muy veloz y técnico, y capaz de dar el último pase. Tiene muchísima calidad, y es capaz de echarse el equipo a la espalda.
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Vecchio debutó con tan sólo 16 años en Rosario Central, club del que procede, ya ha jugado 51 partidos en primera argentina. Habrá que ver como se adapta a nuestra liga, espero que bien.
5 comentarios:
Muy interesantes los casos de estos jugadores que llegan a España a un equipo menor, al igual que Trecarichi, que al final ha logrado subir un escalon mas en su carrera deportiva.
Te propongo intercambiar los enlaces de nuestros blogs, el mio tambien trata de jóvenes promesas. Yo de momento, ya voy a poner la dirección de tu blog en mi blogroll.
Salu2...
Aplaudo la decisión de investigar en las divisiones inferiores del fútbol madrileño. Como soy asiduo de los carruseles locales del domingo por la mañana, seguramente de aquí en adelante escuche más veces el nombre de este futbolista. Lo tendré en cuenta.
@ Delaisi
Si desde luego estos casos llegan con mucha incertidumbre y Trecarichi por ejemplo ya está en el Sevilla At. espero que a Vecchio le pase lo mismo!
(Ok te añado a mis links en mis dos blogs (el otro es http://futboldecarlos.blogspot.com)).
@ Pablo
Desde luego lo oirás bastante, creo que dará de que hablar.
Pues no lo conocía,a ver si progresa y lo vemos en Primera.
Buena labor Carlos, yo como no sea un chico que ingrese en la cantera del Madrid no controlo mucho este campo. Te seguiremos leyendo casos como el de Vecchio.
Un abrazo.
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